En la tumba del pescador desconocido marca un acontecimiento significativo para John Gierach y su legión de fans. Es su primer libro de ensayos vinculados sobre un solo tema, su primer libro unificado sobre su tema favorito; los caprichos de la vida pesquera. Gierach lleva consigo a los lectores a lo largo del año, desde sus incursiones primaverales fuera de su casa después de resistir la tentación de ir a pescar en el hielo, hasta el final de la temporada en sus queridas Montañas Rocosas, cuando las nieves comienzan a acumularse y llegar a el río es casi imposible. Mientras tanto, viaja a Wyoming y Nebraska, entre otros lugares, para pescar y reflexionar sobre la vida pesquera. Escribe sobre sus compañeros de pesca y cómo invariablemente consideran que cada viaje es un éxito incluso cuando, dice, "lo mejor que se puede decir es que ninguno de nosotros se ahogó". Contrasta la trucha y la carpa (o "carpa humilde"), y observa que si quisieras beber vino blanco y hablar de poesía, tu compañera sería una trucha, pero si quisieras cavar una zanja, querrías una carpa.
Como siempre, Gierach es astuto y observador, y capta brillantemente la naturaleza humana tal como se expresa en las aguas truchas. Y, como siempre, suelta más de una frase memorable: "He aprendido que el truco para ser un pescador feliz es complacerse fácilmente". Y "cualquiera iría a pescar pensando que atrapará algo. Cuando piensas que probablemente no lo harás, sabes que has cruzado algún tipo de línea". Para aquellos que han cruzado la línea, el nuevo Gierach ya está aquí.
Como siempre, Gierach es astuto y observador, y capta brillantemente la naturaleza humana tal como se expresa en las aguas truchas. Y, como siempre, suelta más de una frase memorable: "He aprendido que el truco para ser un pescador feliz es complacerse fácilmente". Y "cualquiera iría a pescar pensando que atrapará algo. Cuando piensas que probablemente no lo harás, sabes que has cruzado algún tipo de línea". Para aquellos que han cruzado la línea, el nuevo Gierach ya está aquí.
